Como emprendedor “solitario” seguramente has notado que algunas personas logran superar los desafíos que se les presentan y alcanzan sus objetivos sin ayuda alguna.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, nos resulta algo más complicado…
Tal vez te preguntes:
“¿Cómo hago para que las horas del día me alcancen para hacer todo lo que tengo que hacer?”
O pienses:
“Trabajo todo el día y, sin embargo, ¡mi lista de tareas pendientes sigue creciendo!”
La mayoría de las personas necesitamos el apoyo de otros para alcanzar nuestras metas. Y, definitivamente, podemos lograr más cuando conseguimos ayuda.
A continuación te propongo 3 pasos para que logres alcanzar tus metas:
- Comienza en UNO MISMO. ¡Son nuestras metas!
Cuando conocemos nuestras fortalezas y debilidades, sabremos a quien recurrir para que nos ayude a alcanzar nuestras metas. Reconocer nuestras debilidades no nos impide liderar un proyecto o coordinar determinadas actividades o tareas que puedan realizar otros más expertos en temas específicos. Reconocerlas y delegar aquellas actividades para las cuales nuestras capacidades o conocimientos no son suficientes es lo que permite que logremos nuestras metas. - Continúa DELEGANDO. ¡Vital para realizar tareas concretas!
Al delegar tareas necesitamos asignarlas a la persona adecuada. Esto conlleva conocer a nuestro colaborador antes de asignarle una determinada actividad. Saber cuáles son sus fortalezas y sus debilidades nos permite delegar como corresponde. Si delegamos en una persona que no es la adecuada para llevar adelante esa actividad puede costarnos dinero, tiempo, esfuerzo e inclusive, hacer fraca sar cualquier proyecto. - Termina CONFIANDO. ¡Fundamental para poder delegar!
Es importante confiar en otras personas y buscar la manera de conformar equipos de trabajo. Aunque podamos hacer todo nosotros, sabemos que cada uno tiene sus fortalezas y sus debilidades. Y podemos aliviar ciertos inconvenientes o compensar algunas de nuestras debilidades cuando seleccionamos personas (sea empleados o proveedores de servicios) que son mejores que nosotros en una determinada tarea o actividad. Cuando logramos construir lazos de confianza en nuestro equipo de trabajo, podremos delegar más fácilmente y liberar nuestro tiempo para desarrollar más plenamente nuestra creatividad. Más aún, el propio intercambio entre los miembros de un equipo nos enriquece y dispara nuevas alternativas para las alcanzar nuestras metas y objetivos.
¿Significa entonces que debemos dejar de ser emprendedores “solitarios”?
No. Puedes elegir ser único dueño de tu negocio o emprendimiento. Puedes elegir no tener un solo empleado. Sin embargo, esto no significa que dejes de crear un equipo de trabajo. Puedes rodearte de proveedores de servicios idóneos que colaboren contigo en las diferentes áreas de tu negocio para que ellos, como expertos en diferentes áreas, contribuyan para que logres los objetivos que te planteas para tu negocio, alcances tus metas y realicen tareas específicas a las cuales dedicas tiempo que podrías asignar a actividades más rentables y en las que te destaques.
Ejemplo concreto…
Las asistentes virtuales son un buen ejemplo de proveedor de servicios que verdaderamente conforma un equipo de trabajo sus clientes. La mayoría de las asistentes virtuales nos comprometemos y generamos una relación de largo plazo con nuestros clientes. Basamos nuestros servicios en el valor agregado que brindamos a través de nuestros servicios y buscamos permanentemente formas de contribuir con nuestros clientes para que alcancen las metas y los objetivos planteados.
¡Busca colaboradores idóneos, delega y alcanza tus metas!
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