A partir de un artículo publicado en La Nación: «Una multinacional que favorece el trabajo en casa«, consideré apropiado aclarar y definir algunas de las nuevas modalidades de trabajo: teletrabajadores, freelancers y asistentes virtuales.
Un Teletrabajador es una persona que trabaja desde su casa pero como empleado de una compañía, en relación de dependencia. Tal como indica Mosqueira en su artículo, son muchos los beneficios tanto para la empresa como para el trabajador y la metodología es simple: basta con analizar con detenimiento y sin prejuicios que hace cada empleado y preguntarse si es realmente necesario que lo haga desde ese lugar.
También están los Freelancers. Son personas que realizan tareas ocasionales, proyectos esporádicos y están orientados a realizar un trabajo específico; generalmente, no conocen a sus clientes, ni los objetivos del negocio de sus clientes. En muchos casos, este tipo de servicio responde más a una necesidad de obtener “ingresos adicionales”, como suplemento a sus empleos primarios.
Muy diferente es el caso de las Asistentes Virtuales, que poseen una actitud y mentalidad emprendedora e independiente. Las Asistentes Virtuales brindan servicios especializados de asistencia ejecutiva, administrativa, secretarial y de coordinación de actividades diversas. Una Asistente Virtual es un proveedor que trabaja de manera continua y colaborativa para sus clientes, conoce sus objetivos y trabaja agregando valor no sólo a través de la realización de una tarea en particular sino proactivamente en función de las necesidades del negocio de su cliente.
Una Asistente Virtual tiene su propia oficina y utiliza la tecnología disponible para brindar sus servicios y comunicarse con sus clientes. Las Asistentes Virtuales pueden tener una trayectoria muy diversa pero una de las condiciones más importantes es su experiencia real como asistente ejecutiva, en un ámbito de negocios, habiendo desarrollado su carrera como secretaria ejecutiva, asistente administrativa, office manager u otros puestos relacionados. Desde este nivel de experiencia, una Asistente Virtual tendrá las habilidades, el entrenamiento y el conocimiento de negocios necesarios para asegurar la calidad de servicios que brindará a sus clientes.
Generalmente, las Asistentes Virtuales ofrecen a sus clientes abonos menusales a través de los cuales logran generar relaciones de largo plazo que potencian la actividad del cliente en función de sus necesidades específicas.
Si desea más información contáctenos. Podemos conversar sin compromiso sobre sus necesidades y si una Asistente Virtual es la solución que necesita.
Deja una respuesta