Mujeres de Empresa, publicó un excelente artículo sobre networking!
Muchas veces se nos critica a las mujeres por hablar demasiado. Sin embargo, se transforma en una virtud, una predisposición natural para el marketing relacional, desarrollo de redes de contacto o networking.
El tema me hizo pensar en la importancia de las relaciones, en la forma en la que se generan los vínculos primero y en una segunda instancia, se consigue un cliente!
Hace algunas semanas, estuve almorzando con unos amigos y uno contaba sobre lo «personaje» que es el mejor vendedor de la empresa en la que trabaja. Contaba cuán fácilmente se hace amigo de los clientes o potenciales clientes. Que los visita o agenda reuniones de trabajo en las que durante 45 minutos, habla toda clase de cosas, mantiene una conversación general en la que va descubriendo qué cosas le interesan a su cliente… menos de trabajo!! Pero al ser «amigo», todas la puertas se le abren, sus contactos están encantados de recibirlo y, en última instancia, es el que más vende!!
Clarísimo, conoce primero a su cliente, crea esa relación, genera la confianza necesaria y recién después, les vende! ¿O será que le compran? Seguramente, le compran porque en este punto, les ofrece servicios más acordes a su necesidad y se los presenta tal como el cliente prefiere recibirlos. Y todo esto gracias a la información obtenida durante esas charlas informales.
Un networking efectivo está directamente asociado a las relaciones que construyas.
Volviendo al tema inicial, efectivamente, las mujeres hablamos mucho. Pero como bien dice el artículo en Mujeres de Empresa, «las mujeres, networkers innatas«!
Cartoon by Tony D. Clark
Estimada Victoria,
Viendo el tema desde el otro lado y como compradora local e internacional, debo decirte que poco me interesa que mi proveedor sea amigo. Lógicamente, hay y habrá una relación comercial y cordial para que juntos, lleguemos a un acuerdo favorable entre empresas y sea redituable para ambas partes.
Encuentro charlatanes por doquier que vienen a visitarme y no paran de hablar. Estas situaciones en vez de generarme algo positivo, me fastidian. Tratan de «comprarte» de todas formas. Prefiero a aquel que con pocas palabras y sin adornar su discurso, haga una presentación clara de su producto y atractiva, pero sin demasiadas vueltas.
Considero que hay que hablar lo justo y necesario, ser medidos y demostrar que realmente se es un profesional, como la empresa que representa.
Cariños
Marcela,
¡Muchísimas gracias por tu valioso aporte! Efectivamente, coincido en que siempre debemos priorizar el profesionalismo. Como bien decís, la charlatanería nunca agrega valor. Conocer a tu cliente, entender sus necesidades y acercar una solución en la que ambas partes se benefician es fundamental.
Nuevamente, ¡muchas gracias por tu aporte!
Vicky
MUY BUENO QUE LAS MUJERES HABLEN ,MUCHO, PERO QUE NOS DEJEN HABLAR , MUCHO ALOS HOMBRES TAMBIEN